Intel, prohibida de vender sus procesadores Alder Lake en Alemania por una patente

Intel se enfrenta a una prohibición de vender algunos de sus procesadores en Alemania, incluyendo la 12ª generación Alder Lake

¿Qué ha pasado?

Intel, el gigante de los microprocesadores, podría tener problemas para hacer negocios en Alemania, ya que un tribunal regional ha emitido una “orden de restricción” que impide a la compañía azul vender algunos de sus procesadores. La disputa se debe a una supuesta infracción de patentes por parte de Intel, que afecta a las líneas de procesadores Ice Lake, Tiger Lake y Alder Lake para consumidores, así como a los procesadores Ice Lake Xeon para servidores.

¿Quién es el demandante?

El demandante es R2 Semiconductor, una empresa con sede en California que afirma ser la propietaria de una patente para una tecnología de regulación de voltaje integrada en los chips. Según el Financial Times, R2 Semiconductor ha acusado a Intel de “infringir” una patente que la empresa registró en 2010. El tribunal alemán ha dado la razón a R2 Semiconductor y ha dictado una inhibición preliminar contra Intel, que podría tener consecuencias graves para el negocio de la compañía azul en el país europeo.

¿Qué procesadores están afectados?

La prohibición afecta a varios procesadores de Intel que pertenecen a las generaciones Ice Lake, Tiger Lake y Alder Lake, que son las más recientes y avanzadas de la compañía. Estos procesadores utilizan una tecnología híbrida que combina núcleos de alto rendimiento (P-core) con núcleos de alta eficiencia (E-core), que se adaptan a las diferentes necesidades de los usuarios. La tecnología de regulación de voltaje integrada (FIVR) es la que permite ajustar el voltaje de cada núcleo de forma independiente, optimizando el consumo y el rendimiento.

La prohibición no afecta a los procesadores de la generación Meteor Lake y Raptor Lake, que son los más nuevos y que aún no han salido al mercado. Sin embargo, la medida supone un duro golpe para Intel, ya que la generación Alder Lake es la más popular y demandada por los consumidores, especialmente por los aficionados al gaming y a la edición de vídeo. Además, la prohibición podría obligar a Intel a retirar del mercado los procesadores afectados o a pagar una indemnización a R2 Semiconductor.

¿Qué dice Intel al respecto?

Intel ha negado las acusaciones de R2 Semiconductor y ha afirmado que la empresa demandante se dedica a presentar “demandas seriales” contra las grandes compañías tecnológicas para obtener grandes sumas de dinero. Intel ha dicho que R2 Semiconductor es una empresa fantasma que no tiene ningún negocio más que el litigio, y que no debería poder obtener inhibiciones sobre los procesadores y otros componentes críticos que afectan a los consumidores, los trabajadores, la seguridad nacional y la economía.

Intel también ha dicho que R2 Semiconductor presentó primero una demanda contra Intel en Estados Unidos, pero que Intel invalidó la patente de baja calidad de R2 en ese país, por lo que R2 trasladó su campaña contra Intel a Europa. Intel ha anunciado que va a apelar la decisión del tribunal alemán y que confía en que se revierta la prohibición.

¿Qué dice R2 Semiconductor al respecto?

R2 Semiconductor se ha mostrado satisfecha con la decisión del tribunal alemán y ha afirmado que Intel ha infringido claramente sus patentes para los reguladores de voltaje integrados. R2 Semiconductor ha dicho que tiene la intención de hacer cumplir la inhibición y de proteger su valiosa propiedad intelectual.

R2 Semiconductor también ha dicho que Intel se interesó por su tecnología FIVR en el pasado, pero que luego decidió no seguir adelante con ella. El director ejecutivo de R2 Semiconductor, David Fisher, ha dicho que su empresa solo ha demandado a Intel hasta ahora, lo que contradice la afirmación de Intel de que R2 Semiconductor se dedica a prácticas poco éticas.

¿Qué consecuencias puede tener este caso?

Este caso puede tener consecuencias importantes para el mercado de los procesadores, tanto para Intel como para sus competidores y clientes. Por un lado, Intel podría perder una parte significativa de sus ingresos y su cuota de mercado en Alemania, que es uno de los países más importantes de Europa en términos de demanda de tecnología. Además, Intel podría enfrentarse a una pérdida de reputación y a una pérdida de confianza por parte de los consumidores, que podrían optar por otras marcas o modelos de procesadores.

Por otro lado, los competidores de Intel, como AMD o Nvidia, podrían aprovechar la situación para ganar terreno y ofrecer sus propios procesadores como alternativas a los de Intel. Estas empresas podrían beneficiarse de la mayor demanda y de la menor oferta de procesadores en el mercado alemán, y podrían aumentar sus precios y sus márgenes de beneficio.

Finalmente, los clientes de Intel, tanto los fabricantes de ordenadores como los usuarios finales, podrían verse afectados por la prohibición de vender algunos procesadores de Intel. Los fabricantes de ordenadores podrían tener problemas para abastecerse de los procesadores que necesitan para sus productos, y podrían tener que retrasar sus lanzamientos o cambiar sus especificaciones. Los usuarios finales podrían tener dificultades para encontrar los procesadores que quieren comprar, y podrían tener que esperar más tiempo o pagar más dinero por ellos.

¿Qué pasará a continuación?

El caso entre Intel y R2 Semiconductor no está cerrado, ya que Intel ha anunciado que va a apelar la decisión del tribunal alemán. Sin embargo, mientras tanto, la prohibición de vender algunos procesadores de Intel sigue vigente, y podría extenderse a otros países de Europa si R2 Semiconductor presenta más demandas. Por lo tanto, habrá que estar atentos a cómo evoluciona este conflicto legal, que podría tener un gran impacto en el sector de los procesadores y en el mercado tecnológico en general.

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