Los coches eléctricos, un lujo inaccesible para la mayoría de los españoles
La brecha entre el precio y la demanda de los vehículos de cero emisiones frena su expansión en el mercado nacional
Los coches eléctricos son una de las apuestas más importantes para la transición ecológica y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo, en España, su penetración en el mercado es muy baja, apenas un 5% del total de las matriculaciones, lo que sitúa al país casi a la cola de Europa en lo que se refiere a la electrificación del parque móvil.
¿Cuáles son las razones de este retraso? Según los expertos, el principal obstáculo es el elevado precio de los vehículos eléctricos, que los convierte en un producto de lujo al alcance de muy pocos hogares. Según un estudio de la organización de promoción de la movilidad sostenible Transport & Environment, el precio medio de un coche eléctrico en Europa ha aumentado un 39%, es decir, unos 18.000 euros, desde 2015, mientras que en China ha caído un 53%.
Esto se debe a que los fabricantes europeos se centran desproporcionadamente en los coches grandes y los SUV, que conllevan un sobreprecio por ser un segmento ‘premium’. Solo los clientes de los segmentos de mayor lujo pueden aguantar el sobreprecio que implican las baterías y la tecnología eléctrica. De hecho, solo el 3% de los hogares españoles tiene un coche híbrido o eléctrico, y más de la mitad de los compradores ECO y Cero tiene una renta mensual superior a los 2.500 euros, según datos de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC).
La falta de incentivos y de infraestructura de recarga dificultan la adopción masiva de los coches eléctricos
Otro factor que influye en la baja demanda de los coches eléctricos es la falta de incentivos por parte de las administraciones públicas. El Plan Moves, que ofrece ayudas de hasta 7.000 euros para la compra de vehículos de cero emisiones, ha sido criticado por su ineficacia, su complejidad y su escasez de fondos. Según ANFAC, el Plan Moves sólo ha cubierto el 10% de las ventas de coches eléctricos en 2023, y ha dejado fuera a muchos potenciales compradores, como las empresas, que representan la mayor parte del mercado.
Además, el Plan Moves no ha servido para impulsar la infraestructura de recarga, otro de los aspectos clave para el desarrollo de la movilidad eléctrica. Según el informe de Transport & Environment, España cuenta con 6.700 puntos de recarga públicos, lo que supone una ratio de 27 coches eléctricos por cada punto, muy por encima de la media europea de 9 coches por punto. Esta situación genera una falta de confianza en los consumidores, que temen quedarse sin batería o tener que esperar mucho tiempo para recargar sus vehículos.
Los fabricantes apuestan por los coches eléctricos, pero necesitan más modelos asequibles y compactos
A pesar de las dificultades, los fabricantes de automóviles están apostando por los coches eléctricos, conscientes de que son el futuro de la industria y de que deben cumplir con las exigencias medioambientales de la Unión Europea, que prevé reducir las emisiones de CO2 de los coches nuevos en un 37,5% para 2030.
Sin embargo, los fabricantes europeos están frenando la adopción masiva de los vehículos eléctricos al no poder poner a disposición de los consumidores modelos asequibles con mayor rapidez y cantidad. Según el estudio de Transport & Environment, entre 2018 y 2023 solo se lanzaron 40 modelos totalmente eléctricos en los segmentos compactos (A y B), frente a 66 modelos grandes y de lujo (D y E). Esto implica que sólo el 17% de los coches eléctricos vendidos en Europa son vehículos compactos del segmento B, que son más baratos, frente al 37% que suponen en los nuevos motores de combustión.
Los fabricantes necesitan ofrecer más opciones de coches eléctricos para todos los gustos y bolsillos, y adaptarse a las necesidades de los diferentes mercados. En España, por ejemplo, el 60% de las ventas de coches nuevos corresponde a los segmentos A y B, mientras que el 28% de las ventas de coches eléctricos corresponde al segmento D de coches grandes. Esta desproporción evidencia que hay una demanda insatisfecha de coches eléctricos pequeños y económicos, que podría impulsar el cambio de paradigma en la movilidad.
Conclusiones
Los coches eléctricos son una realidad cada vez más presente en el panorama automovilístico, pero todavía tienen que superar muchos retos para convertirse en la opción mayoritaria entre los consumidores. En España, el principal problema es el alto precio de estos vehículos, que los hace inaccesibles para la mayoría de los hogares. Además, la falta de incentivos y de infraestructura de recarga dificultan la adopción masiva de los coches eléctricos. Los fabricantes tienen que apostar por ofrecer más modelos asequibles y compactos, que se adapten a las preferencias y al poder adquisitivo de los españoles. Solo así se podrá lograr una transición ecológica efectiva y sostenible en el sector del transporte.
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