El Mazda RX7: un deportivo legendario con potencial de mejora
El Mazda RX7 es uno de los coches más icónicos de la historia del automovilismo. Se trata de un deportivo de tracción trasera con un motor rotativo Wankel, capaz de ofrecer unas prestaciones y una sensación de conducción únicas. El RX7 se fabricó desde 1978 hasta 2002, en tres generaciones distintas, siendo la última la más popular y reconocida, especialmente por su aparición en películas como Fast and Furious.
Sin embargo, el RX7 no es solo un coche de serie, sino que también es un vehículo muy apreciado por los aficionados al tuning y a la personalización. Gracias a su diseño y a su mecánica, el RX7 se puede modificar de muchas formas para mejorar su rendimiento, su estética y su sonido. Existen diferentes niveles de modificación, conocidos como stage 1, 2 y 3, que implican cambios tanto en el software como en el hardware del coche. A continuación, vamos a ver en qué consisten cada uno de estos niveles y qué beneficios aportan al RX7.
Stage 1: reprogramación de la centralita
La optimización stage 1 consiste en ajustar y mejorar el software de la centralita del motor (ECU) para obtener un rendimiento superior. Este proceso puede incluir ajustes en la mezcla de aire y combustible, la presión del turbo, el tiempo de ignición, entre otros. La reprogramación se realiza a través del puerto OBD del coche o desmontando directamente la centralita. Una opción u otra va a depender del modelo y del año del RX7.
El stage 1 es el nivel más básico y económico de modificación, pero también el que ofrece un mayor rendimiento por euro invertido. Con una reprogramación adecuada, se puede conseguir un aumento de potencia y de par motor de hasta un 20%, lo que se traduce en una mayor aceleración, velocidad y respuesta del coche. Además, el stage 1 no implica ningún cambio en la estética ni en el sonido del RX7, por lo que se mantiene su aspecto original.
Stage 2: cambio de piezas mecánicas
Se denomina “stage 2” al proceso que conlleva, además de la modificación de la programación de la ECU, también una parte mecánica. Es decir, se realizan modificaciones en el mapa de la centralita del motor y se cambia al menos el primer tramo del escape llamado “downpipe”. La suma de ambas modificaciones da como resultado más potencia y más par motor.
El cambio de la “downpipe” por uno menos restrictivo permite que los gases salgan más fácilmente y como consecuencia el turbo trabaja mejor. En el caso del RX7, se puede optar por un escape de mayor diámetro, un escape deportivo o un escape recto, según las preferencias y el presupuesto de cada uno. El cambio de escape también afecta al sonido del coche, haciéndolo más ronco y agresivo.
En el caso de querer esta segunda etapa más completa, se puede optar por la modificación del intercooler y/o la admisión. El intercooler es el encargado de enfriar el aire que entra al motor, lo que mejora la eficiencia y la potencia. La admisión es la que permite que el aire entre al motor, por lo que una admisión más grande o más directa mejora el flujo y el rendimiento. Estas modificaciones también se reflejan en el aspecto del coche, ya que se pueden ver desde el exterior.
Stage 3: cambio de componentes internos
La “stage 3” supone subir un nivel más. Implica el cambio de partes internas del motor con el objetivo de aumentar la capacidad del cilindro, instalando árboles de levas deportivos o turbocompresores de mayor caudal. A este nivel se le suman todas las modificaciones aplicadas en la «stage 2».
El cambio de componentes internos permite aumentar la potencia y el par motor de forma significativa, pero también implica un mayor riesgo y un mayor coste. Es necesario contar con un taller especializado y con un buen mantenimiento, ya que se puede comprometer la fiabilidad y la durabilidad del motor. Además, se requiere de un embrague reforzado, ya que el de serie no soporta el aumento de fuerza.
El stage 3 es el nivel más extremo y radical de modificación, y solo es recomendable para los más entusiastas y exigentes. Con este nivel, se puede conseguir que el RX7 supere los 300 CV de potencia, lo que lo convierte en un coche muy rápido y divertido, pero también muy delicado y caro.
Conclusiones
El Mazda RX7 es un coche que ofrece muchas posibilidades de personalización y mejora. Dependiendo del nivel de modificación que se elija, se puede conseguir un aumento de rendimiento, de estética y de sonido. Sin embargo, también hay que tener en cuenta los riesgos, los costes y la legalidad de cada cambio. Por eso, es importante informarse bien y contar con profesionales cualificados antes de modificar el RX7.
El RX7 es un coche que ha marcado un hito en la historia del automovilismo, y que sigue siendo un referente para muchos aficionados. Con una buena preparación, se puede convertir en un coche único y espectacular, capaz de competir con los mejores deportivos del mercado.
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