Intel empieza a habilitar sus próximos procesadores Xeon E-Core “Clearwater Forest” con núcleos Darkmont
¿Qué son los procesadores Xeon E-Core?
Los procesadores Xeon E-Core son una nueva familia de chips de Intel diseñados para el mercado de servidores y centros de datos. Estos procesadores se basan en una arquitectura híbrida que combina núcleos de alto rendimiento (P-Core) con núcleos de alta eficiencia (E-Core). Los núcleos E-Core son derivados de la línea Atom de Intel, que se caracterizan por tener un bajo consumo de energía y una alta densidad de núcleos.
¿Qué novedades trae Clearwater Forest?
Clearwater Forest es el nombre en clave de la segunda generación de procesadores Xeon E-Core, que se espera que se lancen en 2025. Estos procesadores utilizarán los núcleos Darkmont, que serán una versión actualizada de los núcleos Skymont que se usarán en la primera generación, llamada Sierra Forest. Los núcleos Darkmont se fabricarán con el proceso de 18A de Intel, que se basa en la tecnología RibbonFET, que es el nombre que Intel da a su versión de los transistores de nanocintas. Esta tecnología promete ofrecer un gran salto en el rendimiento y la eficiencia de los chips.
Según los datos filtrados, los procesadores Clearwater Forest mantendrán el mismo número máximo de núcleos que los procesadores Sierra Forest, es decir, 288 núcleos y 288 hilos. Sin embargo, se espera que los núcleos Darkmont tengan una mayor frecuencia, una mayor IPC (instrucciones por ciclo) y una mayor caché que los núcleos Skymont. Además, los procesadores Clearwater Forest podrán soportar más memoria y más ancho de banda que los procesadores Sierra Forest.
¿Qué ventajas tiene esta arquitectura?
La arquitectura híbrida de los procesadores Xeon E-Core tiene varias ventajas para el mercado de servidores y centros de datos. Por un lado, permite adaptar el rendimiento y el consumo de los procesadores a las diferentes cargas de trabajo, aprovechando los núcleos P-Core para las tareas más exigentes y los núcleos E-Core para las tareas más ligeras. Por otro lado, permite aumentar la densidad de núcleos por chip, lo que se traduce en una mayor capacidad de procesamiento por unidad de superficie y de energía. Esto es especialmente importante para los escenarios de computación en la nube, donde se requiere una gran escalabilidad y eficiencia.
¿Qué desafíos tiene esta arquitectura?
La arquitectura híbrida de los procesadores Xeon E-Core también tiene algunos desafíos que superar. Por un lado, requiere un diseño más complejo y un mayor nivel de integración que una arquitectura convencional. Por otro lado, requiere un software que sea capaz de aprovechar las características de esta arquitectura, distribuyendo las tareas de forma óptima entre los diferentes tipos de núcleos. Esto implica un mayor esfuerzo de desarrollo y optimización por parte de los fabricantes de software y de los usuarios finales.
¿Qué competencia tiene esta arquitectura?
La arquitectura híbrida de los procesadores Xeon E-Core no es la única que existe en el mercado de servidores y centros de datos. Otras empresas como AMD, ARM o NVIDIA también están desarrollando sus propias soluciones para este segmento. Por ejemplo, AMD tiene los procesadores EPYC, que se basan en la arquitectura Zen, que ofrece un alto rendimiento y una alta eficiencia. ARM tiene los procesadores Neoverse, que se basan en la arquitectura ARMv8, que ofrece una gran flexibilidad y una baja potencia. NVIDIA tiene los procesadores Grace, que se basan en la arquitectura ARMv9, que ofrece una gran aceleración para la inteligencia artificial y el aprendizaje automático.
Estas arquitecturas tienen sus propias ventajas y desventajas, y compiten entre sí por ofrecer la mejor solución para los diferentes escenarios de uso. Intel tendrá que demostrar que su arquitectura híbrida es capaz de superar a sus rivales en términos de rendimiento, eficiencia, escalabilidad y compatibilidad.
Conclusión
Los procesadores Xeon E-Core “Clearwater Forest” son la apuesta de Intel para el futuro de los servidores y centros de datos. Estos procesadores utilizarán una arquitectura híbrida que combinará núcleos de alto rendimiento con núcleos de alta eficiencia, basados en los núcleos Darkmont. Estos núcleos se fabricarán con el proceso de 18A de Intel, que se basa en la tecnología RibbonFET. Esta arquitectura promete ofrecer un gran salto en el rendimiento y la eficiencia de los chips, pero también tendrá que enfrentarse a la competencia de otras arquitecturas como las de AMD, ARM o NVIDIA.
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