El ex ingeniero de Apple que robó los secretos del coche autónomo y pagó caro su traición
¿Qué hizo y por qué?
Xiaolang Zhang era un ingeniero que trabajaba en el equipo de Apple que desarrollaba la tecnología para los sistemas autónomos, el proyecto conocido como Project Titan. Este proyecto era muy secreto y solo lo conocían unas pocas personas dentro de la compañía. Zhang firmó un acuerdo de confidencialidad sobre el proyecto cuando se incorporó a Apple en marzo de 2016.
Sin embargo, en diciembre de 2017, Zhang aceptó una oferta de trabajo de otra empresa que también desarrollaba coches autónomos. Esta empresa, que no se ha revelado su nombre, estaba basada en China. Zhang no informó a Apple de su cambio de empleo hasta abril de 2018, cuando dijo que se iba a China a cuidar de su madre enferma y a trabajar para un fabricante de coches llamado XMotors.
Antes de irse, Zhang descargó miles de archivos que contenían información confidencial sobre el software y el hardware detrás de los sistemas autónomos de Apple. También se llevó un portátil y un disco duro con datos sensibles. Además, accedió a una sala de servidores restringida y se llevó un esquema de 25 páginas de un circuito de un vehículo autónomo.
¿Cómo lo descubrieron y qué consecuencias tuvo?
Las autoridades interceptaron a Zhang en el aeropuerto internacional de San José cuando intentaba abordar un vuelo a Beijing en julio de 2018. Le confiscaron los dispositivos que llevaba y encontraron que había almacenado grandes cantidades de datos de Apple sobre la tecnología de coches autónomos.
Zhang fue acusado de robo o intento de robo de secretos comerciales, un delito que puede conllevar hasta 10 años de prisión y una multa de 250.000 dólares. Inicialmente, se declaró inocente, pero finalmente llegó a un acuerdo de culpabilidad con el gobierno de EE.UU. en 2022.
Con la sentencia ya dictada, Zhang tendrá que cumplir 120 días de prisión y estará en libertad condicional durante tres años. Además, tendrá que pagar una suma de restitución acordada de 146.984 dólares. Este es el tercer caso de un ex empleado de Apple que ha sido acusado de robar secretos de la tecnología de coches autónomos para China.
¿Qué implica este caso para Apple y para el sector de los coches autónomos?
Este caso pone de manifiesto el valor y la vulnerabilidad de los secretos comerciales en el sector de los coches autónomos, que es muy competitivo y está en pleno auge. Apple ha sido muy reservada sobre su proyecto de coche autónomo, y hasta la fecha, hay poca información sobre cuáles son sus verdaderos objetivos y planes para esta área. Sin embargo, se sabe que Apple ha estado trabajando en este proyecto durante varios años, y que ha contratado a cientos de ingenieros y expertos en el campo.
El robo de secretos comerciales por parte de Zhang podría haber supuesto una ventaja para la empresa china para la que trabajaba, o para otros competidores que pudieran haber accedido a la información. También podría haber afectado a la seguridad y la calidad de los productos de Apple, así como a su reputación y confianza. Por eso, Apple ha tomado medidas legales para proteger su propiedad intelectual y ha colaborado con las autoridades para investigar y procesar a los responsables.
El caso de Zhang también muestra los riesgos de la fuga de talento y de información hacia China, que es un actor clave en el mercado de los coches autónomos. China tiene una gran demanda de ingenieros y expertos en este campo, y ofrece incentivos y oportunidades para atraerlos. Algunos de estos profesionales pueden verse tentados por las ofertas de trabajo o por motivos personales, y pueden llevarse consigo los conocimientos y los datos que han adquirido en sus anteriores empleos. Esto puede suponer una amenaza para la seguridad nacional y la competitividad de EE.UU., que ha acusado a China de robar su tecnología y de violar los derechos de propiedad intelectual.
¿Qué lecciones se pueden extraer de este caso?
Este caso sirve de advertencia para las empresas y los profesionales que trabajan en el sector de los coches autónomos, y en general, en cualquier sector que implique innovación y tecnología. Por un lado, las empresas deben ser conscientes de la importancia de proteger sus secretos comerciales, y de implementar medidas de seguridad y de control para evitar que caigan en manos de terceros. También deben ser cuidadosas a la hora de contratar y despedir a sus empleados, y de verificar sus antecedentes y sus actividades. Por otro lado, los profesionales deben respetar los acuerdos de confidencialidad y de no competencia que hayan firmado con sus empleadores, y abstenerse de robar o divulgar información confidencial. De lo contrario, se exponen a enfrentarse a consecuencias legales y éticas, que pueden afectar a su carrera y a su reputación.
En definitiva, este caso es un ejemplo de cómo el robo de secretos comerciales puede tener un impacto negativo tanto para el individuo como para la empresa y para el sector. Por eso, es necesario fomentar una cultura de respeto y de responsabilidad en el ámbito de los coches autónomos, y de cualquier otro ámbito que implique innovación y tecnología.
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