Así es el Jetour Traveller, el 4×4 barato que imita al Land Rover Defender

Jetour Traveller: el todoterreno chino que imita al Land Rover Defender por menos de 20.000 euros

El mercado chino está lleno de copias de modelos occidentales, pero algunas son más descaradas que otras. Es el caso del Jetour Traveller, un todoterreno que se inspira claramente en el Land Rover Defender, pero que cuesta una fracción de su precio. ¿Qué ofrece este 4×4 barato y cómo se compara con el original?

Un diseño muy familiar

A simple vista, el Jetour Traveller parece un Defender de la generación anterior, con sus formas cuadradas, sus pasos de rueda abultados y sus ventanillas traseras alargadas. Sin embargo, hay algunos detalles que lo diferencian, como la parrilla frontal con el nombre de la marca, los faros en forma de cruz o las llantas de aleación, que no encajan muy bien con el estilo todoterreno.

El Jetour Traveller mide 4,79 metros de largo, lo que lo sitúa entre el Defender 90 y el 110. Tiene cinco plazas y un maletero de 560 litros, ampliables a 1.500 si se abaten los asientos traseros. Su altura libre al suelo es de 22 cm y sus ángulos de entrada y salida son de 27 y 30 grados, respectivamente. Además, puede vadear hasta 70 cm de agua, lo que le da cierta capacidad fuera del asfalto.

Motores de gasolina y una opción híbrida enchufable

El Jetour Traveller se ofrece con dos motores de gasolina y una opción híbrida enchufable. El más básico es un 1.5 turbo de 184 CV, que se asocia a una caja de cambios de doble embrague y siete velocidades, y a un sistema de tracción delantera. El más potente es un 2.0 turbo de 254 CV, que se combina con una transmisión automática de ocho marchas y un sistema de tracción total. La versión híbrida enchufable utiliza el motor 1.5 turbo y un motor eléctrico, pero no se han revelado sus datos de potencia, autonomía o consumo.

Los precios del Jetour Traveller en China van desde los 140.900 yuanes (unos 18.350 euros al cambio actual) hasta los 199.900 yuanes (unos 26.000 euros). Estos precios son muy inferiores a los del Land Rover Defender, que en el mercado chino parte de los 790.000 yuanes (unos 102.800 euros) para la versión 90 con el motor 2.0 turbo de 300 CV.

Un interior moderno y bien equipado

El Jetour Traveller no solo copia el diseño exterior del Defender, sino que también intenta imitar su calidad interior. Para ello, utiliza materiales como el cuero, la madera o el aluminio, y ofrece un equipamiento tecnológico bastante completo. Destaca el panel de instrumentos digital de 10,25 pulgadas, la pantalla táctil central de 15,6 pulgadas, el equipo de sonido Sony con 12 altavoces, el volante y los asientos calefactados o el asistente de aparcamiento asistido.

Además, el Jetour Traveller cuenta con un nivel 2 de conducción semiautónoma, que le permite mantener la velocidad, la distancia y el carril de forma automática, siempre bajo la supervisión del conductor. También dispone de otros sistemas de seguridad, como el control de crucero adaptativo, el aviso de cambio involuntario de carril, el frenado de emergencia automático o la alerta de ángulo muerto.

¿Llegará a Europa?

El Jetour Traveller es un producto de la marca Jetour, que pertenece al grupo Chery, uno de los mayores fabricantes de automóviles de China. Chery tiene presencia en más de 80 países, pero no en Europa, donde solo ha intentado introducirse con la marca Qoros, sin mucho éxito. Por tanto, es poco probable que el Jetour Traveller llegue a nuestro continente, al menos en un futuro cercano.

Además, aunque su precio sea muy atractivo, el Jetour Traveller tendría que enfrentarse a las normativas de emisiones, seguridad y homologación europeas, así como a la competencia de otros modelos más consolidados y con mejor reputación. Sin olvidar que Land Rover podría denunciarlo por plagio, como ya ha hecho con otras copias chinas, como el Landwind X7, que imitaba al Range Rover Evoque.

En definitiva, el Jetour Traveller es un ejemplo más de la capacidad de los fabricantes chinos para copiar modelos exitosos de otras marcas, pero también de su progreso en términos de calidad, equipamiento y tecnología. Sin embargo, sigue siendo una imitación que no puede igualar al original, ni en prestaciones, ni en refinamiento, ni en personalidad.