Microsoft se hace con Activision Blizzard tras una larga batalla regulatoria

Microsoft cierra el acuerdo de 68.700 millones de dólares con Activision Blizzard después de casi 21 meses de odisea

¿Qué ha pasado?

Microsoft ha anunciado que ha completado la adquisición de Activision Blizzard, una de las mayores empresas de videojuegos del mundo, por 95 dólares por acción, en una operación valorada en 68.700 millones de dólares. El acuerdo, que se anunció por primera vez en enero de 2022, ha tardado casi 21 meses en cerrarse debido a las complicaciones regulatorias y legales que ha enfrentado en varios países.

¿Por qué es importante?

La compra de Activision Blizzard convierte a Microsoft en la tercera mayor empresa de videojuegos del mundo por ingresos, solo por detrás de Tencent y Sony. Además, le da el control sobre algunas de las franquicias más populares y rentables del sector, como World of Warcraft, Call of Duty, Overwatch, Candy Crush o Diablo. Con esta adquisición, Microsoft refuerza su posición en el mercado de los juegos en la nube, donde compite con rivales como Google, Amazon o Netflix.

¿Qué obstáculos ha tenido que superar?

El acuerdo de Microsoft y Activision Blizzard ha sido objeto de un escrutinio exhaustivo por parte de las autoridades de competencia de varios países, que han expresado su preocupación por el posible impacto negativo que tendría en el sector de los videojuegos. En particular, la Comisión Europea y la Autoridad de Competencia y Mercados del Reino Unido (CMA) han sido las más críticas con la operación, y han exigido a Microsoft que hiciera varias concesiones para evitar una posición dominante en el mercado de los juegos en la nube.

Entre las medidas que ha tenido que aceptar Microsoft se encuentran las siguientes:

• Vender los derechos de transmisión en la nube de todos los juegos actuales y futuros de Activision a Ubisoft Entertainment, uno de sus principales competidores, por un periodo de 15 años.
• Garantizar el acceso a los juegos de Activision en plataformas rivales como Nintendo, Sony o Steam durante 10 años.
• Mantener el apoyo a los juegos existentes y futuros de Activision en todas las plataformas donde estén disponibles actualmente.
• No aumentar los precios ni reducir la calidad o la variedad de los juegos o servicios ofrecidos por Activision.

¿Qué beneficios espera obtener?

Microsoft espera que la adquisición de Activision Blizzard le permita ofrecer una experiencia de juego más diversa, innovadora y accesible a sus más de 200 millones de usuarios mensuales. Asimismo, espera aprovechar las capacidades creativas y técnicas del equipo de Activision Blizzard, que cuenta con más de 10.000 empleados, para desarrollar nuevos juegos y contenidos exclusivos para su plataforma Xbox y su servicio de suscripción Xbox Game Pass. Por último, espera generar sinergias financieras y operativas que le permitan aumentar sus ingresos y sus márgenes en el negocio de los videojuegos.

¿Qué reacciones ha habido?

La noticia del cierre del acuerdo ha sido recibida con entusiasmo tanto por Microsoft como por Activision Blizzard, que han expresado su satisfacción por haber superado todos los obstáculos regulatorios y legales. El vicepresidente y presidente de Microsoft, Brad Smith, ha declarado que está “agradecido” por la decisión de la CMA y que cree que la adquisición “beneficiará a los jugadores y a la industria del juego en todo el mundo”. Por su parte, el consejero delegado de Activision Blizzard, Bobby Kotick, ha escrito a sus empleados que está “emocionado” por el próximo capítulo junto a Microsoft y las “infinitas posibilidades” que crea para ellos y para sus jugadores.

Sin embargo, no todo el mundo ha visto con buenos ojos el acuerdo. Algunos analistas y expertos han cuestionado el precio pagado por Microsoft, que supone una prima del 45% sobre el valor bursátil de Activision Blizzard antes del anuncio. Otros han expresado su temor por el efecto que tendrá la operación en la competencia, la innovación y la diversidad en el sector de los videojuegos, que podría quedar dominado por unos pocos actores. Además, algunos jugadores y desarrolladores han mostrado su preocupación por el futuro de sus juegos y plataformas favoritas, y por la posible pérdida de identidad y autonomía de Activision Blizzard.