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NVIDIA GeForce RTX 4090 y Samsung Odyssey Neo G9 no son una pareja perfecta, el modo 8K 240Hz no funciona

La tecnología avanza a pasos agigantados y cada vez hay más dispositivos que ofrecen unas prestaciones increíbles. Sin embargo, no siempre es fácil encontrar la compatibilidad perfecta entre ellos. Este es el caso de la tarjeta gráfica NVIDIA GeForce RTX 4090 y el monitor Samsung Odyssey Neo G9, dos productos de gama alta que, según se ha reportado, no pueden funcionar juntos al máximo de sus capacidades.

¿Qué tiene de especial el Samsung Odyssey Neo G9?

El Samsung Odyssey Neo G9 es un monitor gaming de 57 pulgadas con una resolución Dual QHD de 7.680×2.160 píxeles. Cuenta con una tecnología de mini LED cuánticos que le permite ofrecer un brillo de 2.000 nits y una certificación VESA DisplayHDR 1000. Además, tiene una curvatura de 1000R y una relación de aspecto de 32:9, lo que le da un aspecto envolvente e inmersivo.

Pero lo más impresionante del Samsung Odyssey Neo G9 es su frecuencia de refresco, que alcanza los 240 Hz. Esto significa que puede mostrar hasta 240 imágenes por segundo, lo que se traduce en una fluidez y una nitidez excepcionales. Para poder aprovechar esta característica, el monitor dispone de dos puertos HDMI 2.1 y un puerto DisplayPort 2.1, que son los únicos capaces de soportar la enorme cantidad de datos que implica una resolución tan alta a una tasa tan elevada.

¿Qué problema hay con la NVIDIA GeForce RTX 4090?

La NVIDIA GeForce RTX 4090 es la tarjeta gráfica más potente del mercado actualmente. Pertenece a la arquitectura Ada Lovelace y tiene un rendimiento impresionante en los juegos más exigentes. Además, también cuenta con un puerto HDMI 2.1 y un puerto DisplayPort 1.4, lo que en teoría debería permitirle conectar el monitor Samsung Odyssey Neo G9 y disfrutar de su resolución y frecuencia máximas.

Sin embargo, según han reportado varios usuarios y revisores coreanos que han podido probar el monitor, la NVIDIA GeForce RTX 4090 solo puede mostrar una resolución de 8K a 120 Hz, lo que supone la mitad de la frecuencia posible. Esto se debe a que la tarjeta gráfica tiene una limitación en su compresión de flujo de pantalla (DSC), un algoritmo que permite reducir el ancho de banda necesario para transmitir las imágenes.

El problema radica en que la NVIDIA GeForce RTX 4090 solo tiene dos tuberías de pantalla internas, lo que significa que solo puede enviar dos señales comprimidas a un mismo puerto. Esto hace que se produzca un cuello de botella que impide alcanzar los 240 Hz en 8K. En cambio, las tarjetas gráficas AMD Radeon RX 7000 tienen cuatro tuberías de pantalla internas, lo que les permite enviar cuatro señales comprimidas a un mismo puerto y así lograr los 240 Hz en 8K tanto por HDMI 2.1 como por DisplayPort 2.1.

¿Hay alguna solución?

Los consumidores que quieran adquirir el monitor Samsung Odyssey Neo G9 y aprovechar al máximo sus características tendrán que esperar a que NVIDIA lance una nueva generación de tarjetas gráficas con más tuberías de pantalla internas o a que Samsung actualice el firmware del monitor para mejorar su compatibilidad con las actuales. Mientras tanto, tendrán que conformarse con una resolución menor o una frecuencia menor si quieren usar la NVIDIA GeForce RTX 4090.

Otra opción es optar por las tarjetas gráficas AMD Radeon RX 7000, que sí pueden soportar el modo 8K 240Hz del monitor Samsung Odyssey Neo G9 sin problemas. Sin embargo, estas tarjetas gráficas también tienen sus inconvenientes, como un mayor consumo energético o una menor disponibilidad en el mercado.

Conclusión

El Samsung Odyssey Neo G9 y la NVIDIA GeForce RTX 4090 son dos productos increíbles que ofrecen unas prestaciones inigualables en el mundo del gaming. Sin embargo, no son una pareja perfecta, ya que no pueden funcionar juntos al máximo de sus capacidades debido a una limitación técnica de la tarjeta gráfica. Esto demuestra que, a veces, tener lo último no significa tener lo mejor, y que hay que tener en cuenta la compatibilidad entre los dispositivos antes de comprarlos.

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